lunes, 21 de junio de 2010

LIBROS PARA LA TRAMACÚA

Uno de los objetivos principales del COLECTIVO FU es la creación de bibliotecas públicas de alto nivel en sitios en los que un libro puede, de verdad, tener un valor definitivo. Ayudar a alguien a tener una vida mejor. Y, con esta intención, buscamos ayuda y financiación para cada proyecto específico. E invitamos a un escritor de renombre, un editor, librero o un buen lector a hacer una selección específica y destinada a los usuarios de cada uno de los proyectos.

Por ahora tenemos tres proyectos en marcha:

a) Biblioteca infantil y para víctimas del maltrato y la prostitución en la casa refugio que la periodista Lydia Cacho tiene en Cancún y Ciudad Juárez, México

B) Biblioteca de alfabetización en la comunidad indígena de Shishmay, Perú

C) Biblioteca Juan Marsé en la Prisión de Valledupar, Colombia.


Porque este proyecto colombiano ha sido con el que hemos querido empezar.

Y para ello invitamos al escritor Juan Marsé a colaborar con nosotros haciendo una selección de libros destinados a los lectores de La Tramacúa. La lista ya está hecha. Y con el apoyo de la Escola de Cultura de Pau de la Universitat Autònoma de Barcelona, la Casa Amèrica Catalunya, las librerías Laie y La Central, así como diversas editoriales y voluntarios, empezamos a recoger libros y empacarlos, para, a la mayor brevedad, concluir con la donación y poder mandar los libros que ha seleccionado Marsé.

En Colombia el INPEC (Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario) organismo que ya ha aceptado la donación del colectivo FU para promover un proyecto que, bajo el nombre de Libroterapia, no sólo facilitaría la creación de una biblioteca en la Tramacúa sino que evitaría que los mil quinientos presos que viven ahí como si estuvieran radicalmente solos pudieran durante el tiempo que pasan en sus celdas salir.

De modo que comenzamos. Estamos listos. Necesitamos tu ayuda.

1 comentario:

  1. Me parece muy interesante esta iniciativa para promover el acceso a la lectura en sitios donde poder leer un libro puede llegar a ser un lujo inalcanzable. Esto me trae a la memoria aquel señor incansable que salió en un reportaje televisivo el año pasado que se dedicaba altruistamente a repartir libros a niños y grandes de su zona a lomos de un burro por aldeas perdidas de un pais andino. Todo un ejemplo. Como vosotros.

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